sábado, 23 de enero de 2010

Mundo Verde, Cocina Verde


La lucha por el medio ambiente es un movimiento que con los días consigue mas adeptos alrededor del mundo, poco a poco los seres de este planeta hemos visto como nuestro ecosistema pareciera, que se estuviera volviendo contra nosotros, a tal punto que ya no podemos pasar por inadvertido algo que nos afecta y atañe tan directamente, la madre tierra esta pidiendo un respiro. Y debemos dárselo.

Ya son muchos los países; desarrollados o no, que están tomando medidas, algunas de ellas mas efectivas que otras, por supuesto, pero se esta haciendo algo, pero la triste realidad es, que los que mas daño le hacen al medio ambiente, a su vez, son los que menos hacen algo por el.

Mas sin embargo, hoy vemos como métodos sustentables y afines con la naturaleza, están tomando más fuerza, cuando los gobiernos municipales, estadales y nacionales, invierten porcentajes mas elevados de sus presupuestos, para el desarrollo de estos métodos limpios, como la energía eólica, la cual a través de grandes hélices que son movidas por los vientos alimentan generadores y acumuladores eléctricos, o la energía partida de los átomos del hidrogeno, acumulada en celdas eléctricas, así como la energía hidráulica que ya todos conocemos, pero que se encuentra bajo la amenaza de los continuos cambios climáticos, o la energía undimotriz o serpientes de mar que se alimentan del movimiento de las olas produciendo energía por el efecto de la gravedad de la luna y sol sobre los mares, la energía mareomotriz que bajo la misma premisa gravitacional aprovecha la energía producida por la ruptura de la olas a orillas del mar o la energía solar que a través de las células fotovoltaicas o los colectores de sol, alimentan de electricidad o calefacción a edificaciones o ciudades enteras.

En 1987, el primer ministro de noruega Gro Brundland, nos hablo por primera vez del termino: Arquitectura Sustentable, hoy en día, seria lo más cercano, a mi definición de Métodos Verdes de Sustentabilidad Humana, que no es más, que la búsqueda de cumplir con nuestros ciclos de vida, sin afectar en lo posible el ecosistema donde vivimos.

Pues el hombre a través de los siglos, siempre ha buscado la forma de mantener su ritmo de vida acelerado y ha conseguido en la naturaleza, la forma de sobrellevar una velocidad, que a veces atropella los derechos más simples, de lo que le rodea, olvidando que la Madre Tierra, no nos pertenece, más bien nosotros pertenecemos a ella.

Hemos abusado mucho de nuestra suerte y hoy esa madre que un día fue cariñosa y comprensiva con la forma en que convivimos con ella, nos muestra que hay limites para el abuso y cuando observamos como ha ido cambiando de su semblante cordial y hasta ahora tierno, por uno duro y hostil, achacamos nuestras culpas a ella por sus muestras de autoridad, como si no hubiéramos hecho nada y fuera ella injusta con nosotros, al darnos su lección de vida. Y aun así consecuente con sus hijos, aun no pasa de las advertencias, dándonos más tiempo para el necesario cambio interno.

El mundo de la gastronomía, no se desentiende de esta realidad, con movimientos como el Slow Food, nacido en Italia, cuyo carácter principal es la protección alimenticia en contra la estandarización y los métodos productivos que van en deprimiendo de la calidad de los cultivos y los estrago causado en el medio ambiente.

O la naciente iniciativa de los llamados Eco chefs o Gastrobotánicos, cuyo quizás mas representativa directriz, es la de cultivar sus materias primas, porque mas allá, no se han apartado de algunas tendencias verdes ya empleadas por otros tantos colegas

Así que la reutilización de la masa madre dentro del mundo de la panificación, en vez del método directo que se sostiene sobre la base de la utilización de elementos químicos para su producción o las hortalizas sanas, sin síntesis genéticas añadidas y así el cada vez menor uso de fertilizantes químicos, dan muestra de un interés de cambio sobre la línea de una tendencia mundial. La vuelta al campo, por parte de las poblaciones citadinas, con la utilización de métodos de cultivos esgrimidos por las culturas de la antigüedad como la precolombina, la griega, la egipcia y hasta la mesopotámica, además de conseguir cultivos de gran calidad, saben convivir con la naturaleza y conocían el control de plagas, sin la necesidad del uso de químicos y de la hoy ya existente y utilizada manipulación genética dentro la industria alimenticia, que crea verdaderas aberraciones, como unos tomates capaces de envenenar a los insectos que los circunda eliminando tanto los que le dañan, como los que no, alterando el ecosistema que ya agónico tenemos en las manos.

En fin, estamos en la búsqueda de convivir sanamente con esa esfera que azul y verde, flota en el espacio y a la cual llamamos tierra. Y que es nuestra casa y por demás y no poco, es nuestra nave nodriza en lo infinito del espacio sideral.

Hoy, ya sea por sincero compromiso con el planeta o por seguir algo que esta en boga, son muchas las cosas, que a nivel gastronómico se estan haciendo en materia de conservación. Y como comienzo son relevantes y buenos puntos de partida.

Son muchos los testimonios de los cuales podría hablarles aquí, pero estoy seguro que Ud. lector se tomara el tiempo de averiguar sobre ellos, si es que ya, no lo han hecho, el punto final, es que; ¡El Cambio debe ser Inminente y Oportuno y Hoy como Todos los Días, es un Buen Día para Empezar!